Leer Para Sanar
Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.
La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.
Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.
El canto de las ballenas
Las ballenas la estaban llamando.”
Por: Yomar Liliana Rodriguez
Promotora de lectura Programa Leer para Sanar
El mar es como
una vuelta al seno materno, un regreso a la tranquilidad, al eco mismo de ese
infinito misterioso que nos permite ver el sol poco a poco recostarse sereno
entre las ondas del agua.
Existe una
comunión entre las palabras y el silencio,
una mezcla de influencias que decanta
en el encuentro. Hace apenas unos días alguien me dijo una frase, que si bien no es nueva para
mis oídos, me trajo una reflexión mas certera de lo que significa encontrar: “Cada cosa
nos revela un mensaje, no hay encuentros al azar”. Esta frase
en apariencia tan sencilla quedo
galopando entre la realidad de mis días y la fantasía por el hallazgo, debo
decir que no fue eco roto. Hubo una
sonrisa por parte de la mujer que me dijo la frase, mis ojos, y mi mano que recogía el libro que le había
prestado, ese que poco antes ella entre lágrimas me recibió asaltada por la hermosura de sus
sublimes ilustraciones, casi sin negarse a la oportunidad de distraer el dolor
que pateaba su silla sin dejarla por minutos cerrar los ojos y
respirar, sin angustia. Creo que a todos nos pasan pequeños asaltos de emoción
diario, la rutina no puede cubrirlo todo, y menos en un lugar como este, donde
las medicinas y la enfermedad sostienen un duelo, literalmente a muerte. Por
eso cuando ocurren estos encuentros
entendemos lo valioso de lo fortuito, o
lo mágico de lo real, del encuentro, como me lo dijo esta mujer ya mayor,
que acompaña a doña Teresita en la 308, esta mujer que sin dejarse arrancar la esperanza de ver
su madre salir de allí sana, me permitió
acercarme con un libro a su intimidad familiar, en el territorio de la memoria
hay muchos deseos por dejarse encontrar pienso, hay ofrendas diarias a la
sonrisa y al llanto, nunca la vida pasa en balde y por ello reafirmar que un
libro no llega a la vida de uno porque si, me permitió reconfortarme en la idea
de que el mejor oficio es dar, todos lo
tenemos entre navegantes solitarios que somos y el mar de humanos que nos
envuelve o nos arroja, tenemos el oficio de dar nuestros dones mas preciados,
los mas elaborados, o eso que llamamos lo mejor de nosotros mismos .
La conversación
con esta mujer me llevo a releer el
libro que hoy cito como titulo de este breve escrito: EL CANTO DE LAS BALLENAS,
sin lugar a duda un bello libro álbum, no solo por sus imágenes, sino porque en tan pocas palabras nos recoge, nos abraza y
nos reanima en el deseo de creer.
Me asombro mucho
como este libro la emociono tanto que
pese a los dictamen médicos mantuvo una serena visión de los sucesos, como se acerco a mi y me pidió nuevamente el
libro, y se lo mostro a su hermanos y demás familia, a modo de mensaje, u ofrenda literaria a la vida misma.
Como en
medio de la tormenta que arrebata lo
propio de las manos, se aferro a un mensaje que quizás yo, no entendí de manera
tan honda, pero que para ella y los suyos permitió comprender con unión y tranquilidad un acontecimiento tan
perturbador como la muerte.
Conservo una
breve nota suya la cual me entrego aquel día antes de salir, y que decía así: “Cada visita
suya estuvo llena de sorpresas, quiero decirle que el libro ha sido uno de los
mejores, y que usted tiene una misión clara, entender y dar mensajes, Muchas Gracias” para serles honesta, esta es una de las
mejores definiciones de la promoción de lectura, de las palabras que
sanan. Una frase más podría acotar a
esta escrito, - un libro en un lugar no convencional de lectura, traza un viaje
hacia la solidaridad de esta embarcación que se va agrietando, embarcación que llamamos cuerpo y que poco a poco acompañara la puesta
del sol sobre la melodía de las ballenas.
EL CANTO DE
LAS BALLENAS
DYAN SHELDON,
Ediciones Ekaré