"Se puede hablar de lectura antes de la
escritura porque en su capacidad de leer la voz y el rostro el bebé pone
en movimiento una actividad interpretativa que permanecerá como centro
de la creación del sentido para la psiquis humana. Esto permite decir
que de cierta manera el acto de la lectura está en el origen de la actividad del pensamiento".
Evelio Cabrejo Parra
Portada del libro Nicolás Guillén
Promotor de lectura: Andrés Monroy
El
programa de madre canguro es uno de los espacios que visitamos en el Hospital
Universitario Mayor con Leer para sanar, con el cual buscamos que las visitas
de control médico tengan un elemento de exploración enriquecedora para los
bebés y sus padres gracias al contacto con diversos materiales de lectura.
Las escenas en el pasillo de espera son muy
diversas. Encontramos a tías que leen con sus sobrinos. abuelas que le muestran
imágenes a sus nietos y a padres que se divierten con sus pequeños hijos. Este
último caso lo observé el jueves cuando los papás de "Paula" (una
niña de 11 meses) escogieron el libro de poesía "Por el mar de las Antillas
anda un barco de papel" del escritor cubano Nicolás Guillén. La lectura la
comenzó el papá de "Paula" y poco a poco se fue involucrando la mamá
al ver que la niña escuchaba con atención a su padre. El libro se presta para
jugar, cantar e interactuar y eso hizo que la participación entre los padres fuera
tan atractiva para "Paula", que seguía las rítmicas palabras que
sonorizaban sus papás.
Cuando terminaron el libro de Guillén, todos los
miembros de la familia quedaron antojados de seguir leyendo más poesía, así que
les presté el libro "Trabalenguas" de David Chericián, otro escritor
cubano. El clima festivo subió en intensidad a medida que cada uno de los
padres leía cada trabalenguas, y al equivocarse estallaba en carcajadas, que
eran seguidas por las risas de "Paula" que se sumaba a la celebración.
Esta actividad era tan emocionante, que otros padres o visitantes del hospital
observaban con interés lo que estaba ocurriendo alrededor de "Paula",
que era el centro de la lectura de sus padres.
Cuando llamaron a "Paula" al
consultorio, la familia se despidió con una sonrisa de satisfacción en sus
rostros, y esta vez fui yo el que les agradeció la oportunidad de ser el
observador de la unidad emocional que se genera alrededor del amor y del
lenguaje.
Portada del libro "Trabalenguas" de David Chericián tomada de