Leer Para Sanar
Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.
La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.
Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.
Cocinando en el hospital
Por: Andrés Monroy
Hospital Universitario Mayor
Portada del libro Recetario santafereño
Tomada de literaturaidartes.blogspot.com
En el hospital tenemos la oportunidad de conocer a pacientes
que tienen diferentes intereses lectores. Nos encontramos con pacientes que
solo leen textos de historia, de salud o de humor. También hay pacientes que
prefieren la poesía, las novelas, las leyendas o los cuentos.
Por otro lado hay pacientes que lo que más les gusta leer
son los libros de recetas de cocina.
En el mes de enero realicé muchas lecturas en voz alta con “Cocina
fácil” y “Cocina colombiana paso a paso” dos de los nuevos libros de la colección
de Leer para sanar en el Hospital Universitario Mayor. Con las personas que más
leía estos libros era con las pacientes, que al ver la oportunidad de aprender
algo nuevo, prestaban mucha atención y anotaban las recetas que les gustaría
preparar en cuanto regresaran a la casa.
Al finalizar la actividad de lectura les pude entregar “Recetario
santafereño” uno de los últimos libros de la colección de Libro al viento, del
cual nos dieron muchos ejemplares para el hospital. La felicidad que sentían
estas pacientes (en muchos casos eran mayores de 66 años) al recibir un
ejemplar para llevar y poder leer en su casa, era inmensa, ya que para algunas
de ellas este era el primer libro que tenían, porque siempre que compraban uno, lo hacían para sus hijos o para sus nietos.
Después de tener esta bella experiencia con las pacientes me
di cuenta de lo importante que es generar este tipo de encuentros de la lectura
con los adultos mayores, ya que son una población que ha sido olvidada por los
planes de lectura distrital y nacional, en donde todo el énfasis se ha puesto
en la primera infancia. Sin embargo reflexiono en cómo van a leer las nuevas generaciones si
en los hogares los padres y los abuelos no leen o no tienen libros.
Sin embargo, hay que decir que no solo las mujeres leen
libros de cocina en el hospital, y para la muestra transcribo las palabras de don “William”
paciente del quinto piso que me dijo cuando recogí el libro “Cocina colombiana
paso a paso”:
- ¡Me fascina cocinar! Sólo me hizo falta los ingredientes
para preparar un delicioso plato.
Por lo que puedo concluir: los libros de cocina son un
género que ayudan al paciente a pensarse más allá del presente en el hospital y
les dan una motivación adicional para recuperarse y ocupar creativamente su tiempo en el
hogar.