Promotor de lectura: Andrés Monroy
Leer Para Sanar
Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.
La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.
Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.
En Méderi todos leen
Hospital Universitario Mayor
Promotor de lectura: Andrés Monroy
Promotor de lectura: Andrés Monroy
A los colaboradores de
Méderi les encanta acercarse todos los días para disfrutar de la lectura.
Algunos son amigos frecuentes, como José y Beatriz, que trabajan como Ángeles
Custodios, y que aprovechan todos los meses del programa Libro al viento, de la Secretaria de Educación
y la Secretaría
de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá. La oferta de libros que se publican
en este programa es tan amplía que hay para todos los gustos. El viernes, por
ejemplo me encontré a José de camino a la unidad de Cuidados Coronarios, y me
contó que le había gustado “Cartilla Moral” del escritor mexicano Alfonso
Reyes, porque “son una serie de ensayos, muy interesantes, con citas de
diversos autores”.
Por otro lado, a algunas
colaboradoras les gusta que les lean en voz alta, en un minuto de pausa durante
su trabajo. Fue así como un día mientras pasaba con el carro portalibros
escuché “A mi me gustaría poder leer”, que expresó doña Marlen, quien trabaja
en la importante labor de mantener limpia cada habitación, baño y pasillo del
hospital. No pude evitar detenerme e invitarla a ella y a su compañera, doña
Isabel, para disfrutar del cuento “La
piedra” de León Tolstoi, que se encuentra en la antología “Fabulas y
moralejas”. La lectura fue muy breve, pero nos dio pie para intercambiar ideas,
preguntas, y lo más importante, para estrechar lazos laborales, y acercarnos en el amor
por los libros.